En la vida de todo docente es común encontrarse con ciertas adversidades socioculturales que pueden lesionar el sano desempeño del proceso aprendizaje – enseñanza, por eso una vez que tomes conciencia de la gran variedad de situaciones sociales y contextos, considera cuáles son las necesidades de todo estudiante.
Básicamente los alumnos que tuviste, tienes y tendrás, resumen sus necesidades en los siguientes tópicos:
1. Experticia: los alumnos valoran mucho que su profesor comprenda bien lo que enseña, por eso tienes el desafío de repasar y profundizar los contenidos que debes enseñar, para que a su vez tus alumnos se motiven con estos contenidos, ya que ningún profesor es tomado en serio si enseña algo que no entiende del todo.
2. Humildad intelectual: en pleno siglo XXI, gracias a la enorme cantidad de medios de comunicación el acceso a la información se encuentra en todas partes y es prácticamente ilimitada, no por eso los profesores deben autoasignarse el título de “portadores de conocimiento”, todo docente debe aceptar que también de los alumnos se aprende, por eso te recomendamos tomar la ventaja que tienes (capacidad de análisis) y reconoce que aún te queda mucho por aprender.
3. Consistencia: sé coherente con las demandas que haces a tus estudiantes ya que ellos piden lo mismo de tu parte, por eso busca que tu labor como docente tengan los valores de la honestidad, responsabilidad y veracidad, pero por sobre todas las cosas reconoce cuando te has equivocado o cuando desconoces algo.
4. Dedicación: planifica tus clases y crea un mapa de tus actividades para que sea notoria la claridad de los contenidos mostrados en clase.
5. Empatía: ponte en el lugar de tus estudiantes, este es un elemento básico que decide cómo se lleva a cabo la percepción de tus clases, recuerda que no porque tus exposiciones estén impecablemente elaboradas resulten atractivas para estudiantes que atienden al pizarrón durante horas y horas.
6. Sentido de justicia: busca ser una persona justa en tu trato y evaluaciones, no tomes revancha con algunos estudiantes siendo más exigente de lo normal sobre un examen o actividad para compensar ofensas o situaciones desagradables que hayan ocurrido.
7. Estabilidad emocional: es de humanos cambiar de estados de ánimo, pero genera cierto desagrado y ansiedad no saber si tu humor es el que evaluará y calificará las notas de los estudiantes.
8. Cuida de tu salud y apariencia: dormir mejor, alimentarte equilibradamente y hacer ejercicio brindan una presencia estable y en buen estado que se transmite de manera directa a los alumnos, es un punto que suele no tomarse en cuenta pero que resulta fundamental para darle credibilidad a lo que enseñas y a lo que representas: a ti mismo(a).
2. Humildad intelectual: en pleno siglo XXI, gracias a la enorme cantidad de medios de comunicación el acceso a la información se encuentra en todas partes y es prácticamente ilimitada, no por eso los profesores deben autoasignarse el título de “portadores de conocimiento”, todo docente debe aceptar que también de los alumnos se aprende, por eso te recomendamos tomar la ventaja que tienes (capacidad de análisis) y reconoce que aún te queda mucho por aprender.
3. Consistencia: sé coherente con las demandas que haces a tus estudiantes ya que ellos piden lo mismo de tu parte, por eso busca que tu labor como docente tengan los valores de la honestidad, responsabilidad y veracidad, pero por sobre todas las cosas reconoce cuando te has equivocado o cuando desconoces algo.
4. Dedicación: planifica tus clases y crea un mapa de tus actividades para que sea notoria la claridad de los contenidos mostrados en clase.
5. Empatía: ponte en el lugar de tus estudiantes, este es un elemento básico que decide cómo se lleva a cabo la percepción de tus clases, recuerda que no porque tus exposiciones estén impecablemente elaboradas resulten atractivas para estudiantes que atienden al pizarrón durante horas y horas.
6. Sentido de justicia: busca ser una persona justa en tu trato y evaluaciones, no tomes revancha con algunos estudiantes siendo más exigente de lo normal sobre un examen o actividad para compensar ofensas o situaciones desagradables que hayan ocurrido.
7. Estabilidad emocional: es de humanos cambiar de estados de ánimo, pero genera cierto desagrado y ansiedad no saber si tu humor es el que evaluará y calificará las notas de los estudiantes.
8. Cuida de tu salud y apariencia: dormir mejor, alimentarte equilibradamente y hacer ejercicio brindan una presencia estable y en buen estado que se transmite de manera directa a los alumnos, es un punto que suele no tomarse en cuenta pero que resulta fundamental para darle credibilidad a lo que enseñas y a lo que representas: a ti mismo(a).
Dedica tiempo para evaluar estos puntos, haz tus clases más amenas, interesantes y valiosas y rompe con todas esas barreras que te impiden conectarte con tus alumnos.
FUENTE: Sala de Profesores
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