La mayoría de los estudiantes que encontramos en las aulas son estudiantes promedio, obtienen calificaciones que les permiten aprobar pero no sobresalen académicamente, su comportamiento es adecuado, sin embargo aunque son jóvenes con gran potencial, no logran ser motivados y suelen pasar desapercibidos.
Se puede reconocer este tipo de estudiantes porque cuentan con la mayoría de las asistencias, no se mete en problemas, suelen estar al borde de reprobar, se sienta en las bancas de atrás y casi nunca participa, cuando cambia de curso o se gradúa, el docente suele olvidar su nombre o rostro. Si se le deja a la deriva tiene altas probabilidades de abandonar los estudios o sucumbir en el proceso de formación superior.
¿Cómo ayudar a estos estudiantes?
- Mejorar planes de estudio y dinámicas de clase: la mayoría de los estudiantes se aburre en el aula cuando se siguen las estrategias tradicionales en la docencia, una manera de motivar el aprendizaje es tomar riesgos, innovar en la enseñanza y aplicar los contenidos a la vida cotidiana.
- No los trates como el promedio: los estudiantes necesitan saber y sentir que tienen potencial y la manera de aprovecharlo es trabajando, no adaptes tus clases a los conocimientos actuales de tus alumnos, rétalos, motívalos y gradualmente asumirán lecciones más rigurosas.
- Cree en ellos: a veces el primer paso para creer en ti es saber que alguien más lo hace, si el maestro está convencido que los estudiantes son capaces de superarse y logar sus metas, sentirán el apoyo e impulso que les falta para perseverar.
- Muéstrales el futuro: incúlcales la importancia de la preparación académica es la base de su vida laboral futura y como tal deben buscar la forma de conectar lo aprendido en clase con el mundo real y si es posible con el mundo laboral.
- Préstales atención: identifica qué alumnos pertenecen al promedio, sus necesidades, motivaciones y fortalezas; trabaja en ellas para potencializar su aprendizaje.
- Algunos consejos para comprometer a los estudiantes con su aprendizaje son: calificar el tomar notas en clase, valorar la capacidad de reflexión del alumno, no tanto de dar respuestas sino de cuestionar, crear grupos de trabajo y promover el diálogo entre estudiantes.
Convirtiendo a tus alumnos promedio en estudiantes ejemplares, tú te conviertes en un docente de excelencia.
¿De qué otra manera sugieres que los profesores se conviertan en docentes de excelencia?
Fuente: Blog Universia
http://konexiondocente.mx/category/recursos-web
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