Se conocen tres formas de educar, a continuación presentamos detalladamente cada una de ellas:
1. La espontánea: “dejar hacer” al alumno, no intervenir, orientar o estimularlo. El estudiante se rige por sus propias normas de conducta. El lado obscuro: en algunas ocasiones, esta forma de educar esconde la irresponsabilidad del educador y el abandono a los estudiantes.
2. El voluntarismo: según esta forma, el alumno se autoeduca con esfuerzos personales, lo que impacta en su fuerza de voluntad. Se supone que el estudiante no se guía por sus gustos o deseos, sino por lo que resultará más beneficioso para él. Esta forma de educar es aconsejable, aunque sin caer en los excesos.
3. El punto medio: es decir, la vía intermedia entre las dos anteriores. El alumno conoce y vive las normas de conducta impuestas en la familia, la escuela o la sociedad y a la vez ejerce su libertad responsablemente. Busca el equilibrio entre lo impuesto y su decisión personal, pues ambos elementos son necesarios.
2. El voluntarismo: según esta forma, el alumno se autoeduca con esfuerzos personales, lo que impacta en su fuerza de voluntad. Se supone que el estudiante no se guía por sus gustos o deseos, sino por lo que resultará más beneficioso para él. Esta forma de educar es aconsejable, aunque sin caer en los excesos.
3. El punto medio: es decir, la vía intermedia entre las dos anteriores. El alumno conoce y vive las normas de conducta impuestas en la familia, la escuela o la sociedad y a la vez ejerce su libertad responsablemente. Busca el equilibrio entre lo impuesto y su decisión personal, pues ambos elementos son necesarios.
Si el proceso de formación no guía al alumno a la libertad y la independencia, tendrá repercusiones negativas a largo plazo.
Sin embargo, el hombre es un ser inacabado, siempre se está construyendo; es decir, la educación y formación no terminan nunca. Es un proceso gradual que conduce a la realización plena y la trascendencia de la persona, tanto de sus facultades física, intelectuales, afectivas y de la voluntad como su interacción con los demás, ya sean familia, amistades o sociedad en general.
Sin embargo, el hombre es un ser inacabado, siempre se está construyendo; es decir, la educación y formación no terminan nunca. Es un proceso gradual que conduce a la realización plena y la trascendencia de la persona, tanto de sus facultades física, intelectuales, afectivas y de la voluntad como su interacción con los demás, ya sean familia, amistades o sociedad en general.
El docente no es un simple transmisor de conocimientos o una fuente de información, sino un guía que ha de enseñar a vivir a partir de valores y persiguiendo objetivos claros. La labor del docente sería como lo afirma Sócrates a Hipócrates “Un sabio es un comerciante que vende géneros de los que se nutre el alma”.
¿Qué consejo darías a un docente para guiar a sus alumnos hacia la libertad y la independencia?
FUENTE: Educar
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